Ser valiente no es no tener miedo, sino avanzar a pesar de tener miedo.
Ser valiente no es ser desconfiado y precavido, sino confiar aun sabiendo que se puede ser traicionado.
El cobarde es el que no da ni un paso sin tener garantías de que no corre riesgo, el valiente sabe que nunca hay garantías de nada.
El cobarde sólo apuesta cuando sabe que va a ganar, el valiente es el que apuesta aun sabiendo que puede perder.
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