lunes, 15 de noviembre de 2010
solamente tú has sabido demostrarme todo .
A veces las palabras sobran. A veces la palabra justa es esa que se calla. Hay palabras que curan, y otras que matan. Callamos para evitar más dolor y en ese silencio aparecen las palabras que tanto necesitábamos. Un silencio, una palabra sencilla o un monólogo irritante, todo habla, todo dice.
Pero a veces no sirven ni los silencios ni las palabras, hay que ir más allá, pasar de la palabra al acto, porque el resto, el resto es puro bla bla.
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